CANTIDADES
Vamos
con las cantidades, para cuatro personas 350 gramos de garbanzos de la mejor
calidad, no hace falta que sean grande pero si exquisitos, es lo mejor para
esta receta, su sabor es esencial. 200 gramos de jamón curado que cortaremos en
dados o tiras no superior a dos centímetros, tomate frito, dos cucharadas, dos
cebolletas tiernas, 3 ajos, dos hojas de laurel, 10 granos de pimienta negra, sal,
azúcar y bicarbonato sódico.
PREPARACION:
Del
día anterior y si son 24 horas o más mejor, ponemos los garbanzos en agua, con
una cucharada de bicarbonato sódico. Porque?, PUES PREGUNTARMELO.
En
el día de la comida colocamos esos garbanzos escurridos y lavados en una cacerola,
con una cebolleta tierna entera, los granos de pimienta negra, los ajos, el
laurel y la sal. Cocemos por tiempo suficiente hasta dejarlos al dente, es
decir blandos pero que al morderlos se siente como crujen. Seguramente tendremos
que reponer varias veces agua. Y el secreto mío, y seguro de cualquier cocinero,
es que el agua de cocción este antes caliente para que los garbanzos no se
endurezcan, siempre añadir agua caliente, muy caliente.
Para
ese acompañamiento tan especial de los garbanzos, vamos a pochar en una sartén la
otra cebolleta rayada hasta que este casi transparente, tardaremos como unos 45
minutos, el fuego tan flojo que podríamos meter un dedo y no quemarnos, añadimos
en ese momento dos cucharadas de tomate, cocinamos un par de minutos, añadimos
el jamón cortado, removemos para cubrir todos los sabores, y en ese momento,
añadimos 3 cucharadas soperas de azúcar, cocinamos de nuevo durante dos minutos
mas y reservamos apagando el fuego. La textura ese una salsa espesa, con los
trozos de jamón duritos y un sabor ligeramente dulce.
PRESENTACIÓN
En
un plato hondo, colocamos los garbanzos escurridos y calientes, dejando una
especie de volcán en el centro, para ahí colocar esa salsa de tomate y cebolla
caramelizada. Adornamos con una hoja de hierbabuena.
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