Este
famoso plato que consta de unos huevos revuelto con espárragos trigueros
frescos, lo hemos transformado con un nuevo ingrediente, el fuet, típico
embutido catalán.
Para
su elaboración para dos personas hemos utilizado:
4
huevos de gallina
200
gramos de espárragos trigueros frescos
100
gramos de fuet de la mejor calidad.
4
cucharadas de AOVE
Para
su elaboración hemos cortado con los dedos, hasta que nos cueste los espárragos,
señal que esa parte ya es demasiado dura. Los hemos puesto en una cacerola con
agua ya hirviendo y una pizca de sal. Tiempo hasta que de nuevo vuelva a hervir
el agua. Momento en que los pasamos a enfriar rápidamente en agua helada. Retomarán
su color verde brillante y cortará la cocción, nos interesa que queden al
dente.
En
una sartén con las 4 cucharadas de AOVE a fuego fuerte salteamos el fuet, que
previamente lo hemos cortado a cuadraditos pequeños, como de 5 milímetros de
gruesos. Salteamos ligeramente por dos minutos, no hace falta más tiempo. Añadimos
en ese momento los espárragos escurridos de agua. Cocinamos por dos minutos
más.
Añadimos
los cuatro huevos y los vamos rompiendo, el fuego lo hemos bajado al mínimo. Revolvemos
al gusto hasta dejar la textura deseada.
Hemos
visto que la sal no aparece en la receta. El punto del fuet es suficiente para
conseguir esos sabores tan contradictorios del huevo, esparrago y fuet.
A
disfrutar.
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