Plato
muy típico de Cieza (Murcia), y más en las fiestas de primavera.
Vamos con la receta, que consta de
cuatro ingredientes básicos, el huevo, Calabaza Cucurbita y particularmente en una calabaza
de invierno, la calabaza butternut, la ñora (pimiento seco), la
patata y la cebolla
El
resto, aceite de oliva, AOVE, sal, y mucho cariño.
Cantidades,
pues para dos personas, dos patatas medianas, 200 gramos de calabaza, una
cebolla grande dulce, cuatro huevos de codorniz o dos de gallina, dos cucharadas
de AOVE, y una pizca de sal y otra de azúcar.
Yo
esta receta la preparo como si fuera para hacer una tortilla de patatas. Es
decir, en una sartén cada una de los tres ingredientes que hay que cocinar.
Para
ello, vamos con la calabaza, la limpiamos de la piel con un buen cuchillo
afilado, la piel es muy dura. Troceamos lo mas pequeño que nos permita nuestra
habilidad y cocinamos en una sartén con menos de una cucharada de AOVE, a fuego
muy flojo, añadimos unas pizca de sal y otra de azúcar. La calabaza suelta
menos agua que el calabacín, por lo que el tiempo será de una media hora.
Seguimos
con la cebolla, a la que pocharemos en una sartén a parte, cortándola en
juliana y al igual que la calabaza, a fuego muy flojo y la misma cantidad de
AOVE, la terminaremos en media hora. En ese momento añadimos las ñoras limpia,
troceadas y sin pepitas, rehogamos un par de minutos, reservamos unos trozos de
ñora para decorar al final.
Y
las patatas, peladas y cortadas en rodajas como para la tortilla de siempre,
cocinamos como siempre, a fuego medio y con una pizca de sal.
Cuando
tengamos las patatas cocinadas y las cebollas las juntamos en la misma sartén
para que los sabores se unifiquen. Cocinamos por cinco minutos, rectificamos de
sal.
Es
el momento de los huevos, los freímos en una sartén, sin AOVE si son de
cordorniz, si son de gallina, pues como siempre con el aceite muy caliente para
que la clara se cuaje en puntilla y la yema quede líquida.
Presentamos
en unas rebanadas de pan ligeramente tostado, y adornamos con unos bastones de
calabaza, los trozos de ñora por encima y los
Plato
que se puede comer frio, templado o recién hecho. Como tapa excepcional. Su sabor
saldo y dulce a la vez contrasta con el tono de la ñora.
Una
exquisitez.
A mi amiga Matilde
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