Una
croqueta más de las muchas que se pueden hacer o inventar.
Ingredientes
(2 personas): 150 gr. de espinacas frescas, 50 gramos de pasas sultanas, 30
gramos de piñones, 1/2 l. de leche, una buena cucharada de harina, una nuez de
mantequilla, aceite de oliva (AOVE), sal, nuez moscada, pimienta recién molida.
Para el rebozado: huevo y pan rallado.
Elaboración:
En una cazuela con agua, vamos a escaldar las espinacas con un solo hervor, y
las retiramos enfriándolas con agua helada. En una sartén con una cucharada de
aceite, salteamos las espinacas añadiendo las pasas hidratadas y los piñones.
Reservamos.
Preparamos
una bechamel, la hemos explicado muchas veces, aquí tenéis la receta.
Cuando
la tengamos lista de sal, pimienta, y nuez moscada, añadimos el salteado de
espinacas a las que antes habremos picado a cuchillo para trocearlas bien.
Cocinamos
todo junto unos 5 minutos. Colocamos esa masa en una fuente y dejamos enfriar,
yo le pongo, tanto a la fuente en vacio como luego a la masa, una ligera capa
de aceite para que no se peguen ni haga costra. Y para terminarlas le damos a la masa la forma
que más nos guste. Las pasamos por pan rallado, huevo y de nuevo por pan
rallado. Fríelas en abundante aceite muy caliente. Sirve las
croquetas y adorna el plato con perejil picado.
Aprenderemos
una nueva croqueta y un sabor delicioso. Las pasas y los piñones son
opcionales.
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