Un
plato de cuchara y legumbre a la semana debería ser obligatorio en la cocina.
En
esta receta hemos utilizado una legumbre, que yo la adoro, la judía negra,
habichuela de Tolosa, la alubia pequeña, carnosa, de piel fina y delicada que
su sola cocción nos deja un caldo trabado por si sola.
Para
4 personas 350 gramos, 4 chorizos típicos de la tierra de cada uno, 150 gramos
de panceta ahumada, dos patatas medianas, un tomate natural, una cebolla
mediana, una hoja de laurel, una cucharada de pimentón, yo dulce, sal y dos
cucharadas de aceite AOVE.
En
una cazuela pondremos la noche anterior las alubias a remojo cubriendo de agua
la cazuela,
Escurrimos
ese agua y pondremos agua nueva con las alubias, una hoja de laurel, el chorizo
y la panceta. Cocinaremos a fuego lento, no menos de dos horas.
En
una sartén con las dos cucharadas de AOVE, prepararemos un sofrito con el
tomate y la cebolla ralladas, a las que añadiremos al final una cucharada del
pimentón deseado. Todo este sofrito se lo ponemos a la cazuela a partir de esas
dos horas de cocción, y dejamos cocinar una media hora más, rectificamos de
sal. Y servimos.
En
cada plato podremos cortar el chorizo en rodajas o servirlo entero, y podemos
acompañar con unas guindillitas algo picantes, le dan un toque alegre y ayuda a
la digestión.
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