Para dos persona tenemos 250 gr
de ternera para guisar, 1 cebolla mediana, 3 zanahorias medianas, 2 patatas de
tamaño medio, 1 puñado de guisantes, otro puñados de judías verdes, cortadas y
limpias de hebras, 1 chorrito de vino blanco, agua, aceite de oliva, sal,
harina, 1 hoja de laurel, una pizca de nuez moscada recién rallada, 1 pastilla
de caldo concentrado de carne o verduras, al gusto.
En una sartén, con dos cucharas
de aceite a temperatura media, sellamos la ternera que previamente la hemos
cortado en dados de dos centímetros, la hemos salpimentado y enharinado.
Reservamos.
En esa misma sartén rehogamos la
cebolla cortada en juliana a fuego flojo, cuando esté casi transparente,
salteamos las zanahorias, previamente limpias y cortadas. Reservamos.
En la cazuela, olla, o cacerola
donde vayamos a cocinar, añadimos la ternera, y el sofrito de la cebolla y la
zanahoria, añadimos el caldo de carne o de verduras al gusto y en su defecto
agua, la hoya de laurel, la ralladura de la nuez moscada, el vino blanco.
Cocinamos por espacio de una hora y media a fuego muy flojo para que la ternera
se haga lentamente y quede muy blanda, casi se deshace.
Mientras cortamos unas patatas en
cuadrado y pochamos a fuego flojo al principio y más fuerte al final para que
se cuezan en el propio aceite, las añadiremos casi al final a la cacerola.
Probamos y rectificamos de sal a
la hora y media de cocción, añadimos las judías verdes, los guisantes y las
patatas. Cocinamos por espacio de 10 minutos más y esperamos que se trabe el
caldo.
El único secreto de esta receta
son los tiempos de cocción de la ternera y su calidad, claro. Mucha paciencia y
amor
Servimos en plato hondo, y a
disfrutar de una rica comida con carácter.
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